
El desierto secreto de Teruel que parece del Lejano Oeste
A tan solo dos kilómetros de la ciudad de Teruel se esconde un rincón que parece sacado de una película del Lejano Oeste: la Rambla de Barrachina. Este paraje árido, modelado por el agua y el viento a lo largo de los siglos, sorprende con su belleza agreste y sus tonalidades anaranjadas que lo convierten en uno de los paisajes más fascinantes de la provincia.
Un paisaje único moldeado por la naturaleza
La Rambla de Barrachina es un barranco de escarpados verticales, resultado de las grandes sequías que agrietaron los antiguos campos de cultivo. Con el tiempo, la erosión causada por el viento y las lluvias ha esculpido este impresionante paisaje de cañones, formaciones rocosas y tierra desnuda, creando un entorno espectacular para los sentidos y la fotografía.
¿Cómo llegar?
Llegar hasta la Rambla es muy fácil. Desde Teruel, basta con tomar la carretera de Cuenca (N-420) y seguir las señales que te guían hacia este enclave natural. Hay una zona habilitada para dejar el coche, desde donde se puede continuar la ruta a pie y comenzar la aventura.
Recomendaciones para disfrutar la visita
Aunque el entorno puede parecer accesible, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para disfrutar la visita con seguridad:
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Calzado y ropa adecuada: el terreno es pedregoso, con cuestas y senderos irregulares, por lo que es imprescindible llevar calzado deportivo. Viste según la temporada y lleva protección solar.
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Evita las horas de calor: el paraje no tiene sombras naturales, así que es mejor visitarlo a primera hora de la mañana o al atardecer, sobre todo en verano.
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Agua, siempre: no hay fuentes ni lugares donde rellenar botellas, así que lleva agua suficiente para toda la excursión.
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Prismáticos en mano: en los escarpes viven buitres leonados, y con un poco de suerte podrás verlos sobrevolando el cañón o incluso divisar sus nidos.
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Fotografía y naturaleza: si te gusta capturar paisajes únicos, este es tu sitio. Lleva cámara o móvil con buena lente.
⚠️ Para familias: no es recomendable llevar carritos de bebé. Si vas con niños pequeños, opta por una mochila de porteo. Además, extrema la precaución en zonas altas o resbaladizas.
Excursiones cercanas que merecen una visita
La visita a la Rambla de Barrachina se puede complementar con otros entornos naturales cercanos:
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Pozas de Aguaviva: a algo más de una hora en coche, este conjunto de piscinas naturales en el río Bergantes es perfecto para refrescarse y relajarse en plena naturaleza.
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Laguna de Tortajada: una laguna permanente en un entorno seco y curioso. Ideal para recorrer a pie o en bicicleta, especialmente si te interesa la biodiversidad y los espacios poco convencionales.
La Rambla de Barrachina es uno de esos tesoros escondidos que nos recuerdan la sorprendente diversidad paisajística de España. Un escenario de película, pero real, esperando a ser descubierto. ¿Te animas a visitarlo?